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Grecia: hay avances, todo el mundo confía en un acuerdo, pero nadie se atreve a asegurarlo


Hoy a mediodía, la distancia que separaba al gobierno de Grecia y sus acreedores --Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacional (FMI)— podría ser cifrada en unos € 107 millones, cifra correspondiente a los recortes específicos de aplicaciones del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en determinados rubros, en los cuales Bruselas insiste y Atenas se resiste. La cifra es extraoficial, como también es el optimismo que se desliza oficialmente en cuanto a que el acuerdo final podría ser alcanzado definitivamente este Sábado en la que sería la quinta y, se supone, última reunión extraordinaria de Eurozona en los últimos diez días. Las diferencias, sin embargo, no se limitan el IVA y el Eurogrupo analiza con lupa el último documento introducido ayer por el ministro de Economía griego, Yaris Varoufakis, en el cual se replantean los impuestos sobre ganancias excepcionales (no repetitivas) y aportes a los fondos pensionales. En términos generales, la nueva propuesta contiene concesiones claves por parte de Grecia respecto a su propuesta del Lunes pasado. El sector hotelero continúa siendo clave en las discusiones; la troika insiste el pechar la hotelería con el nivel más alto de 23%; el gobierno griego sostiene que el impuesto debe dejarse en 13% como una medida protectora de la actividad turística, clave en la economía griega. Atenas aspira a elevar el monto de los préstamos a hasta € 15,5 millardos en el término de cinco meses; un monto que no sería realmente nuevo, sino en buena medida reciclados. Entre tanto, el Martes próximo se hay vencimientos que Grecia no podrá pagar sin acuerdo. Pocos líderes europeistas con rostro más adusto que el del presidente del BCE, Mario Draghi, forzado por un lado a suministrar liquidez a los bancos griegos, preguntándose por el otro para qué; al fin y al cabo, la fuga de capitales es promovida por quienes aún tienen algún capital que mover y no por el común de la población. El "corralito" financiero sigue en el aire y el dilema euro-dracma "no estará resuelto sino hasta que se resuelva"

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